Sinopsis, Castells, M. La Sociedad Red. Alianza. 1995.
Postindustrialismo y cambio en la estructura ocupacional.
(nota metodológica. Usar los enlaces para navegar ampliando el conocimiento de la materia expuesta y utilizando el cuestionario para comentar los lugares de interés a este efecto)
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Teoría clásica del postindustrialismo
La teoría clásica del postindustrialismo combinaba tres afirmaciones y predicciones que deben diferenciarse desde el punto de vista analítico.
1. La fuente de la productividad y el crecimiento sería la generación del conocimiento, extendido a todos los ámbitos de la actividad económica mediante el procesamiento de la información.
2. La actividad económica pasaría de la producción de bienes a la realización de servicios. A la desaparición del empleo agrícola le seguiría el declive irreversible de los trabajos fabriles en beneficio de los de servicios, que acabarían formando la proporción más cuantiosa del empleo. Cuanto más avanzada esté una economía, más se centran su empleo y producción en los servicios.
3. La nueva economía aumentaría la importancia de las ocupaciones con un alto contendio de la información y conocimiento en su actividad. Las ocupaciones ejecutivas, profesionales y técnicas crecerían más deprisa que todas las demás y constituirían el núcleo de la nueva estructura social.
Papel del conocimiento y la educación
El conocimiento y la educación son valiosas fuentes de productividad y crecimiento en las sociedades avanzadas. Sin embargo, la base del conocimiento que aparece en el aumento de la productividad ha sido un rasgo de la economía industrial cuando el empleo fabril estaba en su punto culminante en los países más avanzados. Así pues, aunque las economías de finales del siglo XX son claramente diferentes de las anteriores a la Segunda Guerra Mundial, el rasgo que las distingue no parece radicar primordialmente en la fuente del aumento de su productividad.
La distinción apropiada no se establece entre una economía industrial y otra postindustrial, sino entre dos formas de producción industrial, agrícola y de servicios basadas en el conocimiento.
Castells propone cambiar el énfasis analítico del postindustrialismo al informacionalismo. En esta perspectiva, las sociedades serán informacionales no porque encajen en un modelo particular de estructura social, sino porque organizan su sistema de producción en torno a los principios de maximización de la productividad basada en el conocimiento mediante el desarrollo y la difusión de las tecnologías de la información y mediante el cumplimiento de los prerrequisitos para su utilización.
Actividades de servicios y de fabricación
El segundo criterio que emplea la teoría del postindustrialismo para considerar postindustrial a una sociedad atañe al cambio de las actividades de servicios y la desaparición de la fabricación. Es un hecho obvio que la mayoría del empleo en las economías avanzadas está en los servicios y que este sector supone la contribución más elevada al PNB. No obstante, de ello no se desprende que las industrias manufactureras estén desapareciendo o que la estructura y dinámica de la actividad fabril sean indiferentes para la salud de una economía de servicios. Distintos autores sostienen que la economía postindustrial es un mito y que en realidad estamos en un tipo diferente de economía industrial.
Además, la noción de servicios suele considerarse, en el mejor de los casos, ambigua y, en el peor, engañosa. En las estadísticas sobre empleo, se ha utilizado como una noción residual que abarca todo lo que no es agricultura, minería, construcción, servicios públicos o fabricación. De este modo, la categoría de servicios incluye actividades de toda clase, originadas en la historia de varias estructuras sociales y sistemas de producción.
La tercera predicción importante en la teoría del postindustrialismo original hace referencia a la expansión de las ocupaciones ricas en información, como los puestos ejecutivos, profesionales y técnicos, convertidos en el núcleo de la nueva estructura ocupacional. A la vez hay también un aumento de las ocupaciones en servicios inferiores y menos cualificados. Estos trabajos de escasa preparación, a pesar de su tasa de crecimiento más baja, pueden representar una proporción sustancial de la estructura social postindustrial en cuanto números absolutos. Así, también cabría caracterizar a las sociedades informacionales avanzadas por su estructura social cada vez más polarizada, en la que el vértice y la base aumentan su cuota a expensas de la parte media.
El argumento más importante contra la versión simplista del postindustrialismo es la crítica de la asunción según la cual los tres rasgos que hemos examinado se fusionan en la evolución historica, y que tal evolución conduce a un único modelo de sociedad informacional. Este artefacto analítico consiste en sólo hallar "excepciones" continuas al modelo a lo largo de la diversidad de la experiencia económica y social del mundo.
La nueva estructura ocupacional
Una afirmación importante de las teorías sobre el postindustrialismo es que, además de que la gente participa en diferentes actividades, también tiene nuevos puestos en la estructura ocupacional. En general, se predijo que cuando pasáramos a la que llamamos la sociedad informacional, observaríamos que aumentaba la importancia de los puestos ejecutivos, profesionales y técnicos, descendía la proporción de trabajadores de los puestos de oficios y operarios, y se reducía el número de oficinistas y vendedores. Además, la versión izquierdista del postindustrialismo señalaba la importancia creciente de las ocupaciones de servicios semicualificados (a menudo no cualificados) para corresponder al aumento de los trabajos profesionales.
Diversidad perfiles ocupacionales
La conclusión más importante para Castells, es que existen diferencias muy acentuadas entre las estructuras ocupacionales para cada país.
Si tomamos las categoría que agrupa a ejecutivos, profesionales y técnicos, arquetipo de las ocupaciones informacionales, era en efecto muy fuerte en los Estados Unidos y Canadá, casi un tercio de su mano de obra a comienzo de los años noventa. Pero en esa misma fecha, en Japón sólo suponía el 14,9; y en Francia y Alemania, en 1989, sólo era cerca de un cuarto del total de los trabajadores. Por otra parte, mientras que los obreros y los trabajadores especializados se habían reducido considerablemente en Norteamérica, seguían representando el 31,8% de la mano de obra en Japón y superaban el 27% en Francia y Alemania. De modo similar.
En general, Japón y los Estados Unidos representan el extremo opuesto de la comparación y su contraste resalta la necesidad de refundir la teoría del postindustrialismo e informacionalismo.
Incremento peso relativo ocupaciones informacionales
Pese a la diversidad mostrada, se muestra una tendencia común hacia el aumento del peso relativo de la ocupación más claramente informacional (ejecutivos, profesionales, técnicos), así como hacia las ocupaciones generales de "cuello blanco" (incluidos los vendedores y los oficinistas).
Dudas sobre polarización
El generalizado argumento sobre la polarización creciente de la estructura ocupacional de la sociedad informacional no parece encajar con este conjunto de datos, si por polarización entendemos la expansión simultánea en términos equivalentes del vértice y la base de la escala ocupacional. Si ése fuera el caso, la mano de obra ejecutiva/profesional/técnica y los trabajadores de los servicios semicualificados y el transporte se estarían expandiendo a tasas y cifras similares, pero no es así. En los Estados Unidos, los trabajadores de los servicios semicualificados han aumentado, su cuota en la estructura ocupacional, pero a una tasa inferior que la mano de obra ejecutiva/profesional y sólo representaban el 13,7% de la mano de obra en 1991. En contraste, los ejecutivos del vértice de la escala han incrementado su cuota entre 1950 y 1991 a una tasa mucho más elevada que la de los trabajadores de los servicios semicualificados, ascendiendo su número al 12,8% de la mano de obra en 1991, casi a la misma altura que los trabajadores de servicios semicualificados.
Evolución posición ocupada por el empleo
La mayor parte de la fuerza de trabajo en las economías avanzadas tiene la condición de asalariada. Pero la diversidad de niveles, la desigualdad del proceso y la rectificación de la tendencia en algunos casos requiere una consideración diferencial de las pautas de la evolución de la estructura ocupacional. Incluso podríamos formular la hipótesis de que cuando el funcionamiento en red y la flexibilidad se convierten en características de la nueva organización industrial, y cuando las nuevas tecnologías hacen posible que las pequeñas empresas encuentren nichos de mercado, presenciemos un resurgimiento del empleo autónomo y mixto.